MADRE ©

MADRE Naturaleza, madre Tierra, madre Patria, madre de Dios, madre nuestra, madre... La madre de todos los vicios, la madre de todas las guerras, ¡Madre mía!, ¡Esto es un desmadre!, la madre que lo parió, Ahí está la madre del cordero, lo juro por mi madre, hijo de mala madre, de madre desconocida... Madre. La palabra más utilizada, posiblemente. Génesis de todo, positivo o negativo. Se menciona a la madre para expresar estados de ánimo, insultar, explicar, exagerar, pedir, rogar, maldecir. Madre, palabra polivalente, como Ella, La Madre: para venir al mundo, cuidar, educar, sufrir, ayudar, comprender y asumir todas las responsabilidades atribuidas por terceros, por lo general hijos, maridos y vecinos y así entendido y hasta impuesto por los cánones sociales. Cuando se está enfermo, si algo angustia, se sufre, se es presa de la desesperación... a la hora de morir, ¡Madre!, ¡Mamá!, salta de forma inconsciente de la garganta, como se llama a Dios y se pide lo imposible: vivir, transferir el sufrimiento. Se recuerda a la madre en momentos críticos, dolorosos. Se la menciona constantemente por inercia o costumbre. Como a Dios. Mientras se deja en el olvido, ella sigue ahí, estando, sintiendo, sufriendo por los hijos, padeciendo de soledad, envejeciendo sin que ellos se percaten, sin más notoriedad que existir para cuando sea necesario. Formando parte de la legión de héroes anónimos, prescinde de la vida propia y hasta de la propia vida; en verdad es vivida por otros. Madre desnaturalizada, si no se ocupa de los hijos, si los abandona. Es una excepción, como en cualquier caso. Por el contrario, los hijos desnaturalizados se contabilizan escasamente. Lo son si acaban de forma violenta con la vida de la madre, si el maltrato físico es evidente y trasciende. Los hijos tienen reconocido el derecho a la posesión de la vida materna per se. Las madres, el derecho al sacrificio. Madre: muletilla en el lenguaje, muleta en el dolor.De rodillas, madre, perdón por tu soledad.

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