Querido esposo mío:
Hoy hubiera sido tu cumpleaños... precisamente hoy, 16 de enero. y un enero, quince días después de toda una vida, la enfermedad terminó por separarte de mí.
Pero como te prometí entonces, sé que estarás allá donde el mejor lugar de la Tierra es nada, comparado con donde me esperarás, donde ser feliz es natural. Cuando termine mi andadura, confío en encontrarte y volver a ser.
Mientras, te pido que ayudes a nuestros hijos, que pidas a Dios que Juan se cure... que mi soledad no haga mella en mí. Pídele a Jesús ese regalo de cumpleaños.No olvides que te quiero y que nunca te olvidaré.