A quienes conocen a un peludito de cuatro patas no hace
falta decirles que ellos sienten, sufren, se alegran, son seres irrepetibles...
La indiferencia y la crueldad humana parece que no tiene límites. Muchos son
abandonados, maltratados, asesinados... pero también hay multitud de personas
que han entendido que la naturaleza NO es posesión nuestra, sino de todos los
seres que la pueblan, la respetan y tienen amigos de cuatro patas amorosos,
compañeros de vida, bálsamo de la soledad, amor puro y lealtad sin parangón...
y sobre todo, son donantes de amor.
Hasta que ames a un animal, parte de
tu vida estará dormida
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