Sólo en el País Vasco hay unos 5.000 personas captadas por
sectas; la proliferación de farsantes va en aumento, como brujas, adivinos,
supuestos especialistas en coaching, supuestos terapeutas que engañan y
captan adeptos, aprovechándose de su debilidad (sea por la crisis, paro,
desgracias familiares, ruptura de pareja, muerte de un ser querido...). Quienes
recurren a ellos están sumidos en la depresión, tristeza, duelo, buscando
ayuda, apoyo... y dar sentido a sus vidas laceradas.
Pues bien, son legión las organizaciones (ONGs, empresas, grupos
sectarios, manipuladores, todos ellos farsantes) que se lucran aprovechándose
de la fase de debilidad de las víctimas, por medio del control mental, la
manipulación de la mente, métodos coercitivos e incluso la hipnosis.
Creo que es un deber advertir a padres e hijos, adolescentes, que aunque cada uno se crea inmune a la perversidad de estos farsantes, cualquiera, tenga la
preparación que tengan, cultos y menos cultos, todos
podemos caer en manos de manipuladores de la mente que cambian nuestra
personalidad, a fin de provocar una dependencia total para tener una
influencia brutal sobre los adeptos o dependientes; No hay sólo drogodependencias
(drogas, otras sustancias): Las hay tanto o más peligrosas: "engancharse"
a personas o grupos que ejercen poder sobre la víctima, esclavizándola,
despojándola de su dinero y bienes, provocando trastornos de la personalidad sin ningún
escrúpulo.
El fin es
enriquecerse, adquirir de los esclavos-víctimas dinero y poder.
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