2 de junio de 2016

NADA






Hay días en que uno se levanta
con las manos y los pies torcidos,
como si en una tempestad de sueños
la mente se quebrara con el frío.

Es un frío interior del pensamiento
que sin saber por qué te tiembla el alma;
la carencia de metas la abandona
y más que viva, inmóvil yo la siento.

Tarde ya recuerdo lo pasado
para borrar errores y agonías
mas nadie vuelve atrás en este estado
sin futuro, presente ni alegrías.

Ese puñal que hiere poco a poco
sin herida ni sangre coagulada
daña mi ser inútil y apocado
y  recuerda que sólo soy la nada.

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