Hay veces en que las mañanas aparentan ser tardes grises; los días, noches cerradas sin luna ni estrellas; las noches se nos antojan eternas... Es nuestro corazón, que no puede ver el sol, ni un amanecer irisado... porque estamos tristes, apagados por el sufrimiento, la melancolía, la tristeza, porque alguien muy querido ya no está... Pero siempre, siempre amanece, un día cualquiera nos llega pleno de luz, la tristeza pasa a ser aceptación y... Volvemos a mirar hacia adelante por un sendero iluminado que nos recordará a ese ser tan amado con la seguridad de volver a estar unidos en el amor.
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