16 de junio de 2013

AMISTAD DURADERA



Hace pocos días volví a reencontrarme con mis mejores amigas. Fue por e-mail, pero no por ello menos cálido. También pude hablar por teléfono con B
Compartimos muchos momentos, experiencias, fueron incondicionales... La distancia y la urgencia con que iba a Madrid (bien a cuidar de mi madre, o de mi hermana pequeña), en fin, las circunstancias, se empeñaron en separarnos físicamente; pero jamás en lo afectivo; los recuerdos son vívidos, recuerdo cada instante de nuestra relación de amistad.
Cuando el infierno me cayó encima, las eché de menos. Y hasta hoy.
Tengo que ir a Madrid, verlas y hablar de tantas cosas... No tengo mucho ánimo, pero un día iré, cuando sea, lo más pronto posible. No tengo arrojo ni muchas fuerzas, pero... antes o después, iré.