2 de abril de 2013

NO LLORES SI ME AMAS






Queridísimo hijo mío: Te fuiste y me dejaste en esta tierra de lágrimas, dolor y sufrimiento; sé que no quieres que suframos por tu partida, y trato de cumplir tus deseos. Sé que ahora estás bien, que serás feliz junto a tu padre, que nos dejó antes. Él, te habrá recibido, y también que algún día, no muy lejano, cuando llegue mi hora, volveremos a encontrarnos en la verdadera vida, donde no existe la enfermedad, ni el dolor ni la muerte. Entonces nos abrazaremos en la vida verdadera y nunca más estaremos tristes, ni solos... El 14 de marzo de 2013 subiste a la Casa del Padre. Ayúdame a soportar tu ausencia con tu inmenso amor, ¡hijo mío!